Estudiar no es fácil, ni divertido, pero es necesario. Si aplicamos las técnicas de estudio adecuadas podemos conseguir que estudiar sea menos difícil y menos aburrido, y seguramente también podrás mejorar tus notas. Por eso, te dejo aquí una serie de técnicas que puedes empezar a aplicar para ser cada vez mejor estudiante.
Subrayar la parte más importante del temario es una de las técnicas de aprendizaje más sencillas y conocidas. Se trata simplemente de destacar las partes más significativas del texto, marcándolas con lápiz o usando distintos colores. Lo ideal es hacer primero una lectura comprensiva y subrayar lo más notable para, posteriormente, proceder al estudio. Además de subrayar, puedes escribir notas breves en los márgenes del libro o las fotocopias, para aclarar con tus palabras los conceptos más difíciles.
Realizar apuntes es una de las técnicas de estudio más extendidas junto con subrayar. Se trata de resumir lo más destacable con nuestras propias palabras para así recordarlo más fácilmente. La clave es ser capaz de resumir el contenido al máximo, pero sin dejar fuera ningún dato clave. Te recuerdo las pautas para hacer buenos resúmenes, que ya he publicado en otra ocasión en este mismo blog.
A la hora de crear tus propios apuntes, puedes hacerlo al modo tradicional en papel o utilizar el ordenador o la tablet para crear un documento, al que además podrás agregar imágenes, haciendo los apuntes más completos y visuales.
Crear un mapa mental es la mejor manera para resumir y organizar nuestras ideas. Un buen mapa mental puede ahorrarnos muchas horas de estudio y consolidar nuestros conocimientos de cara al examen. Se trata de reducir la información que hemos resumido al mínimo y presentarla de modo visual, en forma de esquema, utilizando colores, viñetas de diferentes formas, flechas y conexiones, etc., para relacionar unas ideas con otras de la forma más ordenada y lógica posible.
El uso de fichas de estudio es un método de aprendizaje especialmente eficaz a la hora de asimilar datos concretos, fechas, números o vocabulario. Por tanto, materias como Historia, Química, Geografía o cualquier idioma son mucho más fáciles si incluyes las fichas de estudio entre tus métodos de estudio. Vienen muy bien para aprender vocabulario nuevo: haces una ficha con cada palabra y su definición (le puedes añadir un dibujo o imagen), y luego las vas guardando por orden alfabético. Con las fichas de estudio convertimos la memorización en un proceso más divertido. Puedes hacer fichas de cartulina escribiéndolas a mano, o utilizar un programa o aplicación para almacenarlas y organizarlas en tu ordenador o tablet.
En ocasiones es difícil asimilar la teoría de algunas materias de estudio. Sin embargo, realizar ejercicios y casos prácticos puede ayudarnos a visualizar la teoría y a que asimilemos los conocimientos de manera más sencilla. Esto es especialmente útil en asignaturas como Matemáticas, Física y, en general, todas aquellas que involucren problemas y/o números. Por tanto, puede ser una buena idea realizar casos prácticos a la vez que estudiamos la teoría. De esta manera podremos comprender mejor su aplicación y lo que realmente nos están trasmitiendo todas esas letras y números.
Una de las mejores formas de aprender algo es enseñárselo a los demás, ¡los profesores sabemos que esto es verdad! Con tus compañeros de clase o con tu grupo de estudio, puedes trabajar en equipo o por parejas para enseñar los unos a los otros lo que habéis estudiado.
¡La mejor forma de saber si realmente sabes algo es enseñando a otra persona! Y si tus amigos, hermanos o compañeros de clase no se prestan para ser tus alumnos, ¿por qué no usar la imagnación y enseñárselo a tus plantas, tus peluches, o a tu mascota?
Las reglas mnemotécnicas (sí, está bien escrito) son un método especialmente útil a la hora de memorizar listas y conjuntos. Las reglas mnemotécnicas funcionan básicamente asociando conceptos que tenemos que memorizar con otros que son más familiares para nosotros. Hay muchas maneras de realizar reglas mnemotécnicas y depende mucho de la persona. Por ejemplo, te puedes inventar una palabra juntando las primeras letras de una serie de nombres que te tienes que aprender: así, para recordar los ríos de la vertiente atlántica (Miño, Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir) podemos inventarnos la palabra “MiDuTaGuGu”, y así cada sílaba nos recordará el nombre del río completo, en el orden adecuado.
Una de las técnicas de estudio más efectivas pero que a menudo pasamos por alto consiste “simplemente” (¡ni más ni menos!) en organizar nuestro estudio. Establecer un calendario y horario de estudio teniendo en cuenta nuestros objetivos y el tiempo que tenemos disponible es el primer paso hacia el éxito. Mi consejo es que te organices el tiempo que vas a dedicar a estudiar en casa igual que si fuera tu horario de las clases del instituto. ¡Y sobre todo cumplirlo, claro! Si te haces un cuadrante y lo pones en tu cuarto en un lugar visible será más fácil seguirlo.
Muchas personas cuentan con una buena memoria visual, por lo que son capaces de memorizar mejor los conceptos cuando están asociados a imágenes o dibujos. Por tanto, acompañar nuestro estudio de estos recursos visuales puede ser una gran idea, especialmente para asignaturas como Geografía, Ciencias, Arte o Historia. Dibujar tus propios mapas, o representar obras de arte, objetos de diferentes culturas, personajes históricos, etc., nos puede servir para recordar mejor lo que debemos aprender.
Aunque esto te parezca una locura, ¡inténtalo y verás! Te sorprenderás de lo mucho que puedes recordar si dices las cosas en voz alta en lugar de “pensarlas”. Sin embargo, ¡mejor no pruebes esta técnica en la biblioteca, ni donde puedas molestar a otras personas!
Si tienes todos tus apuntes desperdigados en 20 carpetas y 50 libretas, y tienes un montón de fotocopias que no te suena haber visto nunca antes en la vida es que no te estás organizando bien, obviamente. Por tanto, esto se reflejará en tu estudio y en los resultados de tus exámenes. Organiza tus apuntes y fotocopias en una misma libreta o carpeta, pon fechas a las hojas sueltas, numéralas, no mezcles los materiales de asignaturas diferentes, etc. Y si trabajas con archivos de ordenador, organízalos bien en carpetas separadas por asignaturas, trimestres, temas, o como te sea más claro y fácil para no perderte. Piensa un orden y síguelo siempre. ¡Y si no funciona bien, cámbialo, por supuesto! Pero no dejes todos los archivos mezclados en la pantalla del escritorio, ni todas las libretas y folios amontonados en la mesa de cualquier manera, o el desorden te puede hacer fracasar. Si dedicas algo de tiempo a ordenar y organizarte a principio de curso, luego solo tendrás que ir colocando cada material en su lugar, y todo será mucho más fácil y productivo. ¡Ya verás!
[Adaptado de www.goconqr.com/
Fuentes de las imágenes: papermania.es, uni-ball.es, lecturarapidaycomprension.com, tecnicasparaestudiantes.wordpress.com, sooluciona.com, freepik.es, remorada.com, christinehug.com, pinterest.es, lapiedradesisifo.com, elblogmz.com]
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