domingo, 3 de octubre de 2021

1. El Antiguo Régimen y la Ilustración

Introducción

Llamamos Antiguo Régimen al sistema político y social que domina en Europa entre finales del siglo XV y finales del XVIII.

Ahora bien, en la Europa de los siglos XVII y XVIII, las nuevas actividades económicas, el ascenso de la burguesía y un nuevo movimiento de pensamiento político conocido como la Ilustración, socavaron los cimientos del Antiguo Régimen.

Todas estas transformaciones llevaron a la formación del mundo contemporáneo, que es donde vivimos.

1. Una sociedad rural y tradicional

Este tema tiene que empezar irremediablemente dando a conocer las atrasadas características de la población. Una población que, debido a su lamentable situación, provocó esas transformaciones. Esta población tenía las siguientes características:

  • El crecimiento de la población se regía por el llamado Régimen Demográfico Antiguo que presentaba:
    - Unas altas tasas de natalidad.
    - Unas elevadas tasas de mortalidad debido a la mala alimentación, a la higiene deficiente, a hambrunas, guerras, etc.
    - Y, por lo tanto, un crecimiento lento de la población.
  • La alimentación era escasa y poco variada, y dependía mucho del clima y las cosechas. Así pues, una mala cosecha provocaba con frecuencia hambrunas y muertes catastróficas y que, además, solían ir acompañadas de conflictos sociales.
  • La mayoría de la población era analfabeta. Sólo tenían acceso a la enseñanza la minoría perteneciente a los grupos privilegiados.
  • La población casi nunca salía de su comarca y sólo recibía información de los representantes del gobierno, de los curas y de ocasionales viajeros. En gran parte, esto se debía a que el transporte terrestre era lento, caro e incómodo (por tierra, lo más frecuente era viajar en diligencia)
  • Esta falta de información y de comunicación entre unos lugares y otros provocaba, a su vez, que la sociedad del Antiguo Régimen fuera muy tradicional: formas de vidas apoyadas en los valores religiosos, etc.
  • La población en su mayoría era rural. Así lo demuestran los siguientes datos: cuatro de cada cinco personas era campesina, sólo el 7% de la población vivía en ciudades de más de 10.000 habitantes, sólo dos ciudades (París y Londres) superaban el medio millón de habitantes.

1.1. Una economía agraria en proceso de cambio

La agricultura del Antiguo Régimen era poco productiva, es decir, el rendimiento por hectárea era muy bajo. Esto se debía a que en aquella Europa predominaba el cultivo de cereales en campos abiertos (open fields) utilizando la técnica del barbecho o rotación trienal. De esta forma, siempre quedaba una parte de la parcela sin cultivar, no se utilizaban abonos (a excepción de los excrementos de los animales) y las herramientas eran muy simples. Los expertos llaman a esta forma de cultivar agricultura de subsistencia porque solo se cultivaba para el consumo y bastaba una temporada de lluvias excesivas o de sequía para que los precios subieran y la gente tuviera verdaderos problemas para alimentarse.

La producción de manufacturas se realizaba en pequeños talleres y estaba dirigida por los gremios, instituciones que nacieron en la Edad Media y que controlaban la producción, establecían los precios y decidían los talleres que se podían crear.

En el campo, las aldeas y los suburbios de las ciudades, existía el llamado “sistema doméstico” de producción. Consistía en ocupar a un gran número de personas en sus propias casas bajo la dirección de un mercader, que les suministraba la materia prima y las herramientas, y recogía luego las piezas hechas para venderlas. Fue frecuente en la industria textil inglesa.

1.2. Una sociedad estamental

La sociedad del Antiguo Régimen estaba dividida en estamentos cerrados, es decir: el nacimiento marcaba tu posición social. Además, cada estamento tenía sus privilegios, derechos y deberes propios, de forma que era una sociedad piramidal. Eran los siguientes:

1. Estamento privilegiado. Eran dos:
- Nobleza.
- Clero.

2. Estamento no privilegiado:
- Tercer Estado o Pueblo Llano.

 

NOBLEZA O ARISTOCRACIA

Disfrutaban de privilegios legales y fiscales (propietarios de la tierra, acceso a cargos políticos y de importancia, exención de impuestos, derecho a recibir rentas especiales, derecho a ser juzgados de forma diferente, etc.)
Eran señores y caballeros de la Edad Media que recibieron dichos privilegios del Rey como premio por sus servicios o los adquirieron por matrimonio.

CLERO

Eran un estamento teóricamente abierto, puesto que cualquiera podía formar parte de él. Ahora bien, los puestos del alto clero (cardenales, arzobispos, abades, etc.) estaban reservados para descendientes de la nobleza.
Existía un bajo clero, formado por los curas de las aldeas o los barrios de las ciudades, que pasaba muchas dificultades económicas.

TERCER ESTADO O PUEBLO LLANO

Estaba integrado por todos los que no formaban parte de la nobleza o del clero. Era, por tanto, una masa heterogénea de personas y grupos sociales:

  • La burguesía, que vivía en las ciudades y se dedicaba a la industria, el comercio y la administración, tenía una influencia cada vez mayor.
  • El grupo más numeroso era el de los campesinos, cuya situación podía ser diversa: propietarios de la tierra que cultivaban; trabajar tierras arrendadas; ser jornaleros; etc.

2. Los estados: las monarquías de derecho divino

El sistema político dominante en esta época era la monarquía absoluta de derecho divino. Se caracterizaba por:

  • El rey acumulaba todos los poderes: legislativo, ejecutivo y judicial.
  • Se consideraba que el poder al rey le llegaba directamente de Dios (poder divino), lo que lo hacía indiscutible.

La única excepción que se daba en Europa al conjunto de monarquías absolutas era Inglaterra. En el siglo XVII, se había producido una revolución que había limitado los poderes del rey:

1. Existía una monarquía parlamentaria, ya que existía un parlamento que tenía que aprobar las decisiones de los reyes.
2. El Parlamento estaba dividido en dos cámaras:
- Cámara de los Lores, en la que estaban representados la nobleza y el clero.
- Cámara de los Comunes, que representaba al Tercer Estado.
3. Con este sistema político, pronto se organizaron dos grupos políticos:
- Los tories, más conservadores, que defendían los intereses de los propietarios rurales y de la iglesia estatal (anglicana).
- Los whigs, más liberales, más cercanos a los grupos urbanos y a las iglesias protestantes minoritarias.

2.1. Los grandes estados a finales del siglo XVIII

 

 

EUROPA

EUROPA OCCIDENTAL

GRAN BRETAÑA

- Es la única que tiene un sistema parlamentario.

- Su flota era la más importante del mundo, lo que le permitía el control de los mares.

FRANCIA

- Era la potencia dominante en el continente.

- Su monarquía absoluta servía de modelo al resto de los reyes.

- Era enemiga de Gran Bretaña

ESPAÑA

- Aliada de Francia, al estar gobernada por la misma dinastía, los Borbones.

- Mantenía un importante imperio colonial en América.

EUROPA CENTRAL

ALEMANIA

- No era, como en la actualidad, un estado unido sino que está formada por decenas de Estados.

- Los Estados más importantes eran Austria y Prusia, rivales entre sí.

ITALIA

- Estaba formado por ocho estados, que sólo se unirían en la segunda mitad del siglo XIX.

EUROPA ORIENTAL

IMPERIO RUSO

- Era un enorme Estado que se extendía hasta el Pacífico.

- Gobernado por un rey absoluto, el zar.

IMPERIO OTOMANO

- También de gran extensión (los Balcanes, Grecia y casi todo el Oriente Próximo.

EL MUNDO FUERA DE EUROPA

COLONIAS EUROPEAS DE ULTRAMAR

AMÉRICA

- El centro y sur de América estaba colonizado por España y Portugal

- En el norte, la mayor parte del territorio estaba dominado por Gran Bretaña.

ÁFRICA Y AUSTRALIA

- Escasamente colonizadas en esta época

EL MUNDO NO EUROPEO

ASIA

- Existían grandes estados, gobernados por monarquías tradicionales: India, Persia, China y Japón.

AMÉRICA, AUSTRALIA, ÁFRICA

- Seguían existiendo sociedades aborígenes que aún no estaban sometidas a los europeos.

3. Los críticos del sistema: la Ilustración

La sociedad del siglo XVIII, aunque seguía siendo rural, agraria y tradicional en lo político, experimentó cambios importantes en el comercio, la industria y la ciencia.
Estos cambios fueron impulsados por grupos minoritarios de pensadores y escritores llamados ilustrados. Es este conjunto de ideas innovadoras el que recibe el nombre de Ilustración. La Ilustración tuvo su mayor desarrollo en Francia. Sus principales características son las siguientes:

  • Los ilustrados tenían una visión crítica de la sociedad de su tiempo, y aspiraban a realizar profundas reformas.
  • Tenían una confianza ilimitada en la razón humana para explicar el mundo y resolver los problemas.
  • Rechazaban la revelación divina y la tradición acumulada durante siglos. En el fondo, lo que hicieron fue desarrollar el antropocentrismo surgido en el Renacimiento.
  • Tenían fe en el progreso. Creían que la ciencia y la técnica acabarían con los problemas de la humanidad (hambre, enfermedades, supersticiones, etc.)
  • Creían en el derecho a la felicidad de los seres humanos y pensaban que la misión de los gobernantes era conseguir el bienestar de sus súbditos.
  • En política, eran partidarios del llamado despotismo ilustrado: los reyes mantendrían su poder absoluto pero impulsarían programas de reformas para mejorar la vida de los súbditos.

3.1. Principales ilustrados

Los filósofos ilustrados abrieron el camino del liberalismo del siglo XIX. Entre los más importantes, podemos destacar los siguientes:

  • Siglo XVII: los británicos Thomas Hobbes y John Locke.
  • Siglo XVIII: los franceses Montesquieu, Voltaire y Rousseau.

MONTESQUIEU
Partió de las ideas de Locke para elaborar su teoría de la división de poderes: para que el poder del rey no fuera absoluto y se convirtiera en tiranía, pensaba que los poderes del estado debían ser tres:

  • Poder legislativo: encargado de elaborar las leyes.
  • Poder ejecutivo: encargado de gobernar, haciendo que las leyes se cumplan.
  • Poder judicial: encargado de sancionar a los que no cumplieran las leyes.

La teoría de la separación de poderes sería muy importante para el desarrollo del liberalismo en el siglo XIX.

ROUSSEAU
Su principal obra es El Contrato Social. Sus principales características eran las siguientes:
1. Compartía las principales ideas de los ilustrados (confianza en la razón, en los beneficios de la educación, etc.) pero se distinguía de ellos en algo fundamental: desconfiaba del poder y de los gobernantes, y creía que cualquier sistema de gobierno debía tener fuertes garantías frente a la autoridad.
2. Era partidario de un sistema democrático puro, al estilo de la antigua Atenas, en el que los ciudadanos tomaran las decisiones en asamblea y no a través de representantes.

VOLTAIRE
Las aportaciones más interesantes de Voltaire a la filosofía ilustrada son las siguientes:

  • Critica intensamente la religión, que para él es sinónimo de superstición y fanatismo.
  • En política es más ambiguo: defiende el sistema parlamentario inglés pero desconfía de los representantes políticos.
  • Sin embargo, durante gran parte de su vida se dedicó luchar contra las injusticias: contra las detenciones arbitrarias, contra los procedimientos secretos, contra las restricciones a la libertad de expresión, etc.

3.2. La Enciclopedia

Una obra muy importante para la difusión de las ideas ilustradas es la Enciclopedia, dirigida por Diderot y D'Alembert. Fue publicada entre 1751 y 1772, se compone de 17 volúmenes de texto más los dedicados a grabados. En ella colaboraron un importante número de científicos, literatos y artistas cuya aportación fue decisiva en el avance de las ciencias y del saber humano.

3.3. El nacimiento del liberalismo económico

En el siglo XVIII, surgió una teoría económica, el liberalismo, basada en las teorías de Adam Smith, cuya principal obra es Ensayo sobre la naturaleza y la causa de la riqueza de las naciones.
Las principales ideas del liberalismo económico son las siguientes:

  • La búsqueda del interés de cada individuo conduce de forma inevitable al bienestar general y al aumento de la riqueza colectiva. Esto era posible por la división del trabajo.
  • El trabajo es la fuente principal de riqueza.
  • La oferta y la demanda regulan la actividad económica: precios y salarios dependen de ella.
  • Todas las actividades económicas deben realizarse libremente, sin la intervención del Estado. Los franceses sintetizaron esta idea en la frase: "laissez faire, laissez passer, le monde va de lui-même“ (dejad hacer, dejad pasar, el mundo marcha por sí solo).

[Adaptado de: www.profedesociales.com ]

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