Dos páginas del códice único del Cantar de mío Cid que se conserva en la Biblioteca Nacional de España (Madrid). |
Podéis buscar información en el libro de texto, en otros libros o en Internet, para completar el trabajo según los siguientes apartados:
1. Título, autor y año de publicación de la obra
original.
2. Clasificación: texto narrativo, dramático o poético.
3. Tema o idea principal.
4. Personajes.
5. Resumen del argumento.
6. Otros datos de interés.
A continuación tenéis el texto sobre el que hay que trabajar.
CANTAR DE MÍO CID – Anónimo
FRAGMENTOS DEL SEGUNDO CANTAR: Bodas de las hijas del Cid
64 El Cid se dirige contra tierras de Valencia
Aquí se empieza el poema de Mío Cid el de Vivar.
Ya ha poblado Mío Cid aquel puerto de Alucat,
se aleja de Zaragoza y de las tierras de allá,
atrás se ha dejado Huesca y el campo de Montalbán
de cara a la mar salada ahora quiere guerrear:
por Oriente sale el sol y él hacia esa parte irá.
A Jérica gana el Cid, después Onda y Almenar,
y las tierras de Burriana conquistadas quedan ya.
71 Conquista de toda la región de Valencia
Por esas tierras de moros, apresando y conquistando,
durante el día durmiendo, por las noches a caballo,
en ganar aquellas villas pasa Mío Cid tres años.
76 El Cid deja su barba intensa. Riqueza de los del Cid
Mucha alegría cundió entre todos los cristianos
que en esa guerra acompaña a Mío Cid bienhadado.
Ya le crecía la barba, mucho se le va alargando,
que había dicho Rodrigo cuando salió desterrado:
"Por amor del rey Alfonso, que de su tierra me ha
echado,
no entre en mi barba tijera, ni un pelo sea cortado
y que hablen de esta promesa todos, moros y
cristianos".
El Campeador está en Valencia descansando,
con él Minaya, que no se separa de su lado.
Sus vasallos más antiguos de riqueza están cargados.
A todos los que al salir del reino le acompañaron
el Cid casas y heredades en Valencia les ha dado.
La bondad de Mío Cid ya la van ellos probando.
Y los que después vinieron también reciben buen pago.
108 El Cid anuncia a Jimena el casamiento
Al llegar la noche todos se marcharon a sus casas,
Mío Cid Campeador en el alcázar entraba,
Doña Jimena y sus hijas allí dentro le esperaban
"¿Sois vos, Cid Campeador, que en buenhora ciñó espada?
Por muchos años os vean los ojos de nuestras caras".
"Gracias a nuestro Señor aquí estoy, mujer honrada,
conmigo traigo dos yernos que gran honra nos deparan:
agradecédmelo, hijas, porque estáis muy bien casadas".