lunes, 30 de marzo de 2020

Elementos de la arquitectura gótica

Observa las siguientes imágenes e identifica cuál de los elementos de la arquitectura gótica representa cada una:
1. Abadía de Westminster, Londres
[Fuente: Enseñ-Arte]
2. Iglesia del Santo Sepulcro, Estella (Navarra)
[Fuente: Diccion Arte]
3. Santa María del Pi, Barcelona
[Fuente: Descubriendo la Arquitectura Antigua]
4. Catedral de Gerona
[Fuente: El Señor del Biombo]
5. Santa María la Blanca, Villalcázar de Sirga (Palencia)
[Fuente: Historia Social del Arte]

miércoles, 25 de marzo de 2020

La Historia, según Ernst H. Gombrich

Ernst H. Gombrich (1909-2001) fue un importante historiador que se dedicó sobre todo a la Historia del Arte, pero que además escribió un bonito libro dedicado a niños y jóvenes, titulado Breve Historia del Mundo, cuya lectura os recomiendo.

He extraído el primer apartado de dicho libro, donde Gombrich hace una introducción al tiempo histórico, que nos viene muy bien ahora que estamos empezando a estudiar la Historia. Quiero que lo leáis atentamente, y luego hagáis un resumen, tratando de exponer claramente lo que el autor nos está explicando. Además, si hay palabras que no entendáis o desconozcáis, buscadlas en un diccionario y copiadlas junto a su significado. Escribid también las impresiones o sentimientos que os ha provocado la lectura del fragmento, o cualquier reflexión u opinión personal que os haya sugerido, ¿de acuerdo?


El texto es el siguiente:

Todas las historias comienzan con «érase una vez». La nuestra sólo pretende hablarnos de lo que fue una vez. Una vez fuiste pequeño y, puesto en pie, apenas alcanzabas la mano de tu madre. ¿Te acuerdas? Si quisieras, podrías contar una historia que comenzase así: Érase una vez un niño o una niña..., y ése era yo. Y, una vez, fuiste también un bebé envuelto en pañales. No lo puedes recordar, pero lo sabes. Tu padre y tu madre fueron también pequeños una vez. Y también los abuelos. De eso hace mucho más tiempo. Sin embargo, lo sabes. Decimos: son ancianos; pero también tuvieron abuelos y abuelas que pudieron decir del mismo modo: érase una vez. Y así continuamente, sin dejar de retroceder. Detrás de cada uno de esos «érase una vez» sigue habiendo siempre otro. ¿Te has colocado en alguna ocasión entre dos espejos? ¡Tienes que probarlo! Lo que en ellos ves son espejos y espejos, cada vez más pequeños y borrosos, uno y otro y otro; pero ninguno es el último. Incluso cuando ya no se ven más, siguen cabiendo dentro otros espejos que están también detrás, como bien sabes.
Eso es, precisamente, lo que ocurre con el «érase una vez». Nos resulta imposible imaginar que acabe. El abuelo del abuelo del abuelo del abuelo..., ¡qué mareo! Pero, vuelve a decirlo despacio y, con el tiempo, lograrás concebirlo. Añade aún otro más. De ese modo llegamos a una época antigua y, luego, a otra antiquísima. Siempre más allá, como en los espejos. Pero sin dar nunca con el principio. Detrás de cada comienzo vuelve a haber siempre otro «érase una vez».
¡Es un agujero sin fondo! ¿Sientes vértigo al mirar hacia abajo? ¡También yo! Por eso vamos a lanzar a ese profundo pozo un papel ardiendo. Caerá despacio, cada vez más hondo. Y al caer, iluminará la pared del pozo. ¡Lo ves aún allá abajo? Continúa hundiéndose; ha llegado ya tan lejos que parece una estrella minúscula en ese oscuro fondo; se hace más y más pequeño, y ya no lo vemos.
Así sucede con el recuerdo. Con él proyectamos una luz sobre el pasado. Al principio, iluminamos el nuestro; luego, preguntamos a personas mayores; a continuación, buscamos cartas de individuos ya muertos. De ese modo vamos proyectando luz cada vez más atrás. Hay edificios donde sólo se almacenan notas y papeles viejos escritos en otros tiempos; se llaman archivos. Allí encontrarás cartas redactadas hace muchos cientos de años. En cierta ocasión, en uno de esos archivos, tuve en mis manos una que decía sólo esto: «¡Querida mamá! Ayer tuvimos para comer unas trufas magníficas. Tuyo, Guillermo». Se trataba de un principito italiano de hace 400 años. Las trufas son un alimento muy valioso.
Pero esta visión dura sólo un momento. Luego, nuestra luz va descendiendo con rapidez creciente: 1.000 años; 2.000 años; 5.000 años; 10.000 años. También entonces había niños a quienes les gustaba comer cosas buenas. Pero todavía no eran capaces de escribir cartas. 20.000, 50.000 años; y también aquella gente decía entonces «érase una vez». Nuestra luz del recuerdo es ya diminuta. Luego, se apaga. Sin embargo, sabemos que la cosa sigue remontándose. Hasta un tiempo archiprimitivo en el que no había aún seres humanos. En el que las montañas no tenían la apariencia que hoy tienen. Algunas eran más altas. Con el paso del tiempo, la lluvia las ha desleído hasta convertirlas en colinas. Otras no estaban todavía ahí. Crecieron lentamente saliendo del mar, a lo largo de muchos millones de años.
Pero, antes aún de que existieran, hubo aquí animales. Muy distintos de los actuales. Enormemente grandes, casi como dragones. ¿Cómo lo sabemos? A veces encontramos sus huesos profundamente enterrados. En Viena, en el Museo de Historia Natural, puedes ver, por ejemplo, un Diplodocus. Diplodocus; ¡vaya nombre tan raro! Pues el animal aún lo era más. No habría cabido en una habitación; ni en dos. Tiene el tamaño de un árbol alto; y una cola tan larga como medio campo de fútbol. ¡Qué ruido debía de hacer aquel lagarto gigante—pues el Diplodocus era un lagarto gigante—cuando marchaba a cuatro patas por la selva virgen en la prehistoria!
Pero tampoco eso fue el principio. También ahí hemos de continuar hacia atrás; muchos miles de millones de años. Es fácil decirlo, pero, piensa un momento. ¿Sabes cuánto dura un segundo? Lo que te cuesta contar deprisa 1, 2, 3. ¿Y cuánto tiempo son mil millones de segundos? ¡32 años! ¡Imagínate, pues, lo que pueden durar mil millones de años! Por aquel entonces no había animales grandes; sólo caracoles y moluscos. Y si seguimos retrocediendo, no había ni siquiera plantas. Toda la Tierra se hallaba «desierta y vacía». No había nada: ningún árbol, ningún arbusto, ninguna hierba, ninguna flor, nada de verde. Sólo aridez, rocas peladas y el mar; el mar vacío, sin peces, sin moluscos, hasta sin lodo. Y si escuchas sus olas, ¿qué te dicen? «Érase una vez». La Tierra, una vez, era quizá tan sólo una nube de gas comprimida como otras que podemos ver —mucho mayores— a través de nuestros telescopios. Dio vueltas alrededor del Sol durante miles de millones, e incluso billones de años; al principio sin rocas, sin agua y sin vida. ¿Y antes? Antes tampoco existía el Sol, nuestro amado Sol. Sólo extrañas, muy extrañas estrellas gigantes y otros pequeños cuerpos celestes se arremolinaban entre las nubes de gas en el espacio infinito.
«Érase una vez»...; también yo siento vértigo al llegar aquí e inclinarme hacia abajo de ese modo. Ven, regresemos rápidos al Sol, a la Tierra, al hermoso mar, a las plantas, a los moluscos, a los lagartos gigantes, a nuestras montañas y, luego, a los seres humanos. ¿Verdad que es como volver a casa? Y, para que el «érase una vez» no tire continuamente de nosotros hacia ese agujero sin fondo, vamos a preguntar sin esperar ni un momento más: «¡Alto! ¿Cuándo fue?».
Si al hacerlo preguntamos también: «¿Cómo fue, en realidad?», estaremos preguntando entonces por la historia. No por una historia, sino por la historia, que llamamos historia universal. Con ella vamos a comenzar ahora.
Ernst H. GOMBRICH: Breve Historia del Mundo

viernes, 20 de marzo de 2020

Reflexión personal sobre la cuarentena por el coronavirus

Queridos alumnos y alumnas: os propongo un vídeo en el que se hace una reflexión sobre la situación extraordinaria que estamos viviendo. Me gustaría que lo veáis con atención, y luego redactéis los cambios que estos tiempos de confinamiento por el coronavirus están provocando en vuestras vidas, a mejor y a peor, y vuestra opinión personal sobre lo que está ocurriendo en el mundo, en España, en Málaga y en vuestras casas.


¡Mucho ánimo a todos! #YoMeQuedoEnCasa #QuedateEnCasa #EsteVirusLoParamosUnidos


martes, 10 de marzo de 2020

Geografía de España: unidades de relieve y provincias

Vamos a trabajar la geografía física y política de España, es decir, el relieve y la ordenación administrativa de nuestro país. Para ello os facilito unos mapas que deberéis completar, consultando los que tenéis en el libro de texto o aquí. Pero en esta ocasión no son para entregármelos, sino para estudiar, ya que haremos un examen en una fecha que acordaremos en clase. Así que atentos, aseguraos de hacer los mapas correctamente, preguntadme todas las dudas y... ¡estudiad! 😉



domingo, 8 de marzo de 2020

Repasamos la historia y cultura de al-Andalus con Academia Play

Vamos a repasar lo que estamos aprendiendo sobre la historia y la cultura de al-Andalus con esta serie de breves vídeos de Academia Play. Espero que os gusten:

1. AL-ANDALUS: DEL REINO VISIGODO AL CALIFATO DE CÓRDOBA


2. LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA (1212)


3. PARTES DE UNA MEZQUITA:


4. HISTORIA DE LA MEZQUITA-CATEDRAL DE CÓRDOBA:

viernes, 6 de marzo de 2020

La Antártida, el continente helado


Finalizamos nuestro recorrido por la geografía física de los continentes con la Antártida, el continente que ocupa el entorno del polo Sur del planeta y que por sus características climáticas se encuentra mayormente despoblado (salvo temporalmente la estancia de científicos en algunas bases dedicadas a la investigación), y además no pertenece a ningún estado del mundo.

Vamos a completar el mapa con los elementos numerados, igual que en los casos anteriores.


jueves, 5 de marzo de 2020

Encuesta final del proyecto sobre 'Los héroes'

Monumento representando las Columnas de Hércules, en la ciudad norteafricana de Ceuta.
[Foto: Alejandro Pérez Ordóñez]
Una vez concluido nuestro trabajo en el proyecto dedicado a los héroes, vais a rellenar, de forma individual, una encuesta para valorar, de forma sincera, vuestra experiencia en este proyecto. Podéis acceder a la encuesta desde el siguiente enlace: