lunes, 1 de junio de 2020

Una revolución del Renacimiento: la imprenta de tipos móviles

Adaptado de: textos.recursosdidacticos.es

El carácter revolucionario de la imprenta: La World Wide Press

Obra: DiarioKafka.es
Autor: Antonio Orejudo


Tipos móviles. [Foto: Xosé Castro Roig]
Para entender lo que supuso la invención de la imprenta en el siglo XVI tenemos que imaginar cómo era la relación de los hombres con los libros antes de que ese chisme existiera.

Un libro manuscrito (escrito a mano) era un objeto de lujo. Para elaborar uno, solo uno, se necesitaba todo un equipo de trabajo: una persona, o varias, que escribieran el texto, que lo copiaran, otra que dibujara, y tal vez una tercera que diera color a las ilustraciones.

Luego había que coser los cuadernillos y protegerlos con tapas de madera cubiertas de cuero que, si el libro merecía la pena, además se repujaba.

Y estamos dejando fuera todo el proceso previo: el despelleje de cabras o carneros, el secado y preparación de las pieles —quitarles el pelo, alisarlas, cortarlas—, la preparación de la pluma —el cálamo— y la elaboración de la tinta.

El resultado de todo este trabajo en equipo era un objeto único, carísimo de elaborar, y cuya posesión era indicio, como los coches deportivos hoy día, de riqueza y poder. ¡Aquellos sí que eran libros caros y no los de ahora!

Había que tener mucho dinero para poder comprarse uno. Y además muy poca gente podía leer el latín en el que estaban escritos la mayoría de ellos.

La cultura y el conocimiento eran por tanto lujos al alcance de una minoría.

¿Quiénes podían permitirse una biblioteca? Ya lo he dicho: poca gente. Tenían libros los nobles, tenían libros los monasterios, algunos de los cuales eran verdaderas factorías de producción de manuscritos, y tenían libros las primeras universidades, vinculadas a la Iglesia católica.

Aunque en el caso de las universidades sería más apropiado decir que tenían libro, en singular, porque era el maestro quien poseía el único ejemplar que existía. Los estudiantes se limitaban a escuchar su lectura comentada.

La aparición de la imprenta en Europa entre finales del siglo XV y principios del siglo XVI dinamitó esta cultura aristocrática.

La imprenta de tipos móviles. Pulsa sobre la imagen para verla más grande. [Fuente: www.quellegamos.com]
La nueva tecnología abarataba mucho el proceso de fabricación de libros, y permitía además poner en circulación decenas de miles de ejemplares en el mismo tiempo que antes se empleaba para copiar un solo manuscrito.

Si a esta popularización del libro unimos el hecho de que el latín iba cediendo el monopolio de la cultura a los diferentes idiomas nacionales, comprendemos mejor las dimensiones de esta revolución: el conocimiento dejaba de ser patrimonio de unos pocos y la cultura se democratizaba.

Cualquiera podía ahora leer la Biblia e interpretarla. Y lo más importante: cualquiera podía difundir esas interpretaciones, que no siempre coincidían con la versión oficial.

El resultado de esta facilidad para leer la Biblia y para difundir las propias ideas provocó discusiones y conflictos que terminaron en guerras. Muchos intelectuales murieron en la hoguera acusados de herejes y la Iglesia de Roma acabó dividida en católicos y protestantes.

En términos generales, todo el mundo sabe cómo funciona una imprenta: letritas en relieve que se untan de tinta para que manchen con su huella un papel.

Quizás es menos conocido todo lo que rodea a esas letritas: su diseño, su fabricación y su uso.

Lo primero por tanto es aclarar que esas letritas no se llaman letritas, sino tipos, tipos móviles o tipos de imprenta. Y que la técnica que se ocupaba de diseñarlos y fabricarlos recibía, y recibe, el nombre de tipografía.

Se trata de pequeños prismas que en su parte superior tienen una letra en relieve. Será esa parte la que reciba la tinta y manche el papel.

Punzones o tipos de imprenta, tallados a mano. [Fuente: www.martinvalerio.com]
Tipo a tipo, letra a letra, el impresor iba formando palabras que dibujaban renglones que a su vez construían párrafos que configuraban páginas. Páginas que luego embadurnaba de tinta y que iba imprimiendo sobre hojas de papel.

Da un poco de vértigo pensar cómo todas estas tareas minuciosas encadenadas una detrás de otra se aliaron con el trabajo intelectual de los autores y produjeron una fuerza cultural que cambió el mundo.

No volvió a suceder nada parecido hasta 1989, cuando el físico británico Timothy Berners-Lee creó el lenguaje HTML, el protocolo HTTP y el sistema de localización URL, los tres pilares de Internet.

En el siguiente vídeo podéis ver el proceso de impresión con tipos móviles:



ACTIVIDADES:
  1. En el texto no se nombra al inventor de la imprenta. ¿Qué orfebre alemán la inventó en el siglo XV? Investiga y escribe una breve biografía suya.
  2. La imprenta es un invento clave para comprender la difusión de la cultura y la propia Historia de la humanidad. Enumera los cambios sociales, culturales y económicos que provocó y que se citan en el texto.
  3. Al final de la lectura nos habla de Internet y lo compara con la invención de la imprenta de tipos móviles. Internet ha cambiado la vida de los hombres y de las sociedades, ha revolucionado la forma en que nos comunicamos, accedemos a la información, el ocio, etc. Haz un listado de las ventajas y los inconvenientes que tiene para ti el uso de Internet.

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