domingo, 27 de septiembre de 2020

¿Quién soy yo? La personalidad y la psicología

 1. La psicología puede ayudarnos a construir una sociedad más justa.

A menudo surgen problemas de convivencia a causa de los sentimientos y la conducta de los miembros que viven en un mismo espacio, ya sea una casa o toda la sociedad, pero...

1.1. ¿Qué tal me llevo conmigo mismo?

La adolescencia es una época de grandes decisiones. Y para tornarlas bien conviene conocerse, saber con qué recursos contamos, y descubrir el mejor modo de orientar nuestra vida para conseguir ser felices.

La psicología estudia cómo funcionan nuestros sentimientos, nuestras motivaciones, nuestra personalidad, nuestra inteligencia y el modo en que aprendemos, y también el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás. Nos ayuda a superar problemas que pueden afectarnos muy profundamente. Su objetivo es cuidar el equilibrio y la salud de las personas.

Para poder decidir qué orientación damos a nuestra vida, es preciso conocernos a nosotros mismos. Nos pasamos la vida hablándonos, comentándonos todo Lo que nos pasa, juzgando a los demás y a nosotros, animándonos o desanimándonos.

Para conocernos y poder mejorar, tenemos que saber cómo nos hablamos a nosotros mismos, si le damos muchas vueltas a los problemas, si nos vemos muchos defectos, si nos echamos la culpa de todo lo que nos pasa o se la echamos siempre a los demás.

1. 2. ¿Qué es la personalidad?

La personalidad es el modo estable que tiene una persona de pensar, sentir y comportarse.

Muchas de las cosas que pensamos de nuestros amigos y amigas o de nosotros mismos tienen que ver con la personalidad: así, decimos de alguien que es optimista, pesimista, introvertido, extrovertido, tímido, nervioso, tranquilo, activo, pasivo, estable o cambiante.

1. 3. Los tres niveles de la personalidad.

La personalidad tiene tres niveles:

  • Personalidad recibida. Los niños no nacen iguales. Se diferencian en sexo, en capacidades mentales y en temperamento. El temperamento es el modo de reaccionar que tiene el niño. Puede ser tranquilo o nervioso, activo o retraído, sociable o inhibido.

    En un niño sano, las capacidades mentales y el temperamento pueden cambiar a través del proceso educativo. Los niños nerviosos pueden tranquilizarse, los que sean lentos en aprender pueden adquirir mayor rapidez, y los tímidos pueden volverse más sociables. Por eso es muy importante la educación en los primeros años.

  • Personalidad aprendida. A partir de la personalidad recibida, comenzamos a aprender cosas que van configurando nuestro carácter, es decir, el conjunto de nuestras cualidades personales.

    Una persona puede acostumbrarse a ver el aspecto bueno de todas las cosas: adquiere-un carácter optimista. Otra se acostumbra a responder a todas las situaciones con violencia: adquiere un carácter agresivo. Otra aprende a desconfiar de sus capacidades y a temer a la gente: adquiere un carácter inseguro o tímido.

    El carácter es una segunda naturaleza, decían los filósofos antiguos, porque es un conjunto de hábitos muy difíciles de eliminar, aunque se pueden cambiar.

  • Personalidad elegida. Aprovechando las posibilidades de los dos niveles anteriores, podemos decidir qué hacer con nuestras vidas, el tipo de proyecto que vamos a emprender, los objetivos que nos vamos a marcar, los principios por los que nos vamos a guiar. Esta es la personalidad elegida, que es nuestra verdadera personalidad. Los otros dos niveles no hemos podido elegirlos. Cuando llegamos a la adolescencia, somos ya de una manera determinada, nos guste o no. Pero podemos cambiar.

Actividades:

1. ¿Qué estudia la psicología?

2. ¿Qué es el carácter? ¿Es posible cambiarlo o, al menos, moderarlo?

3. ¿Qué nivel de nuestra propia personalidad podemos elegir?

4. ¿Qué beneficios puede reportarnos elegir bien la propia personalidad?

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